En “CHURIKEN school” la escuela de ninja, hay
un trío de amigos llamados Chiimy, Eizan y Okuni.
Okuni se despierta del susto que le da Chiimy,
diciéndole que Eizan no se despierta, salen corriendo a la habitación de Eizan
donde se encontraba la niña llorando al ver la cabeza de Eizan que se desprendió
del cuerpo. Pero de repente ¡bummmm! los dos chicos empezaron a reírse, era una
broma, pero ahora le tocaba a la niña reírse y el brazo de Eizan de repente se
cayó al suelo “deberíais de haber visto vuestras caras”.
Se tienen que ir a clase y van corriendo,
cuando por el camino ven una sombra y la persiguen, se dirige hacia el desván.
Al abrir la puerta sale una mano de plata que era la del conserje ¿Qué hacéis
aquí? Hemos visto una sombra que ha entrado aquí, no hay nada ni nadie, aquí lo
que hay es la chancla sagrada de la ciudad; abren la puerta y le cuenta su
historia, pero cuando miran otra vez ya no estaba …Eizan salió corriendo a por
el ladrón con su regla y le quitó la chancla. Cuando miró hacia detrás vió que
era un alumno de “Catana” de la escuela más terrorífica de la ciudad.
Eizan busca a Chiimy para ir a “Catana” y le
dice: tu estas loco han robado la reliquia de la escuela, esta bien iremos.
Se encontraron con un muro resbaladizo que no
podían escalar pero Eizan se dio cuenta de que llevaba bolas de arroz( porque
su padre era cocinero) para el almuerzo.
Al lanzar las bolas de arroz pudieron escalar y
rescataron las chanclas sagradas. Okuni, la niña, mientras estaba en clase
entreteniendo al profesor.
Los dos amigos volvieron muy contentos para entregarle
al director las chanclas sagradas, y resulta que eran falsas porque las
verdaderas estaban a salvo en una caja fuerte en dirección. Aun asi, el
director le dijo que era fantástico porque nadie lo había hecho mejor.
Antonio Javier Egea Algarín
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